domingo, 16 de septiembre de 2012

Secretos de un matrimonio


Tras una larga e inusual pausa vacacional, vuelvo a historias-troyanas,con las pilas bien cargadas y un título que a mi juicio,bien merece un entusiasta regreso.

Me refiero a "Secretos de un matrimonio" una película que el maestro sueco Ingmar Bergman dirigió en 1973 interpretada por Liv Ullmann y Erland Josephson.

La película es ni más ni menos que el recorrido que hace un matrimonio formado por Johan, profesor de psicología, y Marianne, que es  abogada, durante prácticamente toda una vida.

Aviso que es fácil ahonde en la trama,que por otro lado carece de toda acción y se centra en exclusiva en la relación,pero si alguien que no ha visto la película,prefiere no tener detalles,éste es el momento de desistir en la lectura y retomar la reseña en otra ocasión.

Ambos,Marianne y Johan, empiezan a ser conscientes de las fisuras que esconde su aparente matrimonio feliz a raíz de la crisis que están viviendo sus amigos Peter y Katerina.

La película dura 168 minutos y no tiene música.El diálogo,es lo esencial.

Asistimos a la maestría de un director que con precisión de cirujano abre los abismos que se esconden en casi todas las relaciones de pareja y que tantas otras veces a posteriori ha inspirado a otros cineastas como Woody Allen influenciado y también obsesionado por descubrir los entresijos de las parejas.

Tal cual una novela se tratara,la película está dividida en capítulos.Asistimos por tanto a todas las fases que recorre el matrimonio: la época de plenitud,la de sacar a la luz los puntos débiles,la de crisis,la de abandono,la de indecisos y sucesivos regresos y recaídas......toda una vida de vaivenes a pesar de los cuales,tanto Johan como Marianne han estado presentes el uno en la vida del otro,más o menos distantes,más o menos implicados.



Es sorprendente cómo somos testigos de los roles que en distintos momentos juegan Johan y Marianne y también de su alternancia.Si en los comienzos del naufragio de la relación,es Marianne la parte más débil y vulnerable y presenciamos cómo Johan se muestra proclive al abandono tras haberse enamorado de otra mujer,con el paso de los años,las posturas se invierten y es la vida la que devuelve el rol de desvalido a Johan y el de independencia y determinación a Marianne.


No hay un punto de encuentro intermedio en ningún momento.Es como si se cumpliera esa famosa profecía que pone de manifiesto que siempre hay uno que da más,siempre hay uno que ama y otro que de alguna manera,en el fondo,se deja amar.Amante y amado en constante alternancia a lo largo de décadas en este caso ¿nos está queriendo decir el director que la balanza siempre está descompensada?

Otra de las ideas que planea en la película,es que llega un punto en la relación,que se produce cierta conformidad y que ese estado de "resignación" es incluso preferible al abandono.
Es la misma idea que se menciona en la película "2 días en París " de July Delpy.


No tengo ninguna certeza pero me inclino a pensar que es una verdad a medias, pues en el caso de Johan por ejemplo,sí llega un punto en que la emoción por una nueva relación es más intensa que la inercia de esa misma conformidad.
Si lo vemos con perspectiva,alguien podría rebatir que ese abandono es temporal.Sí,pero en cualquier caso,son las emociones,no nosotros,quienes una vez más, aunque sea de manera siempre puntual,tienen la última voz.
Visto lo visto,no puedo creer en esa conformidad,no al menos a lo largo de toda una vida, pues ante una relación agotada aquí y ahora existen muchas posibilidades de que nos asalte ahí fuera una nueva fuerza motora que nos convenza del todo de la necesidad de pasar página,o directamente cambiar de libro,expresión que tomo prestada y que he leído por ahí;)


No quiero dejar pasar por alto recomendar una fantástica entrada de Antígona del blog "La Cólera de Aquiles",ella que también es muy cirujana a la hora de diseccionar temas de la índole más diversa, hizo una excelente reseña sobre la película aquí


Por otro lado,me llama la atención que para encontrar la armonía como pareja entre Johan y Marianne,sean precisas varias condiciones desde luego,poco o nada convencionales:

-la primera,cierta distancia
-la segunda,respectivas parejas estables.

Me refiero que en el único momento en que percibo a Marianne y a Johan en cierto equilibrio como amantes es cuando, pasados ya muchos años tras su divorcio,se encuentran y las exigencias del uno hacia el otro,se han diluido y las presiones y las expectativas y es entonces,cuando se ven es posible como verdaderamente son. Ya no han de demostrar nada el uno al otro,han encontrado la paz,tienen una vida independiente,más o menos plena al lado de otras personas,y llegan libres y desprovistos de reproches a un reencuentro que precisan y que de alguna forma les completa como personas.

Da la sensación de que sus vidas se han ido confeccionando conjuntamente y ya no pueden prescindir el uno del otro,aunque sea de forma espaciada y casi a base de encuentros clandestinos.
Qué complicados somos los humanos,qué impredecibles,qué nexos llegamos a establecer en algunas relaciones en las que no podemos estar ni excesivamente cerca,ni tampoco lejos del todo y para siempre.




28 comentarios:

Antígona dijo...

Magnífica entrada, Troyana, se nota que vuelves con las pilas bien cargadas y la lucidez en buena forma.

No recuerdo lo que escribí a propósito de esta película hace ya bastante tiempo, pero por los recuerdos que me ha evocado tu post –no he querido mirar mi entrada para no dejarme influir por ella- mi análisis de la pareja es algo distinto. Creo que desde el principio se ven fisuras entre ellos, intereses diversos, roces o humillaciones subrepticias que nunca han puesto sobre la mesa pero que les han herido profundamente, y que laten como aguas cenagosas en el fondo de su relación, emponzoñándola poco a poco aunque ninguno de los dos quiera verlo. No de otro modo puedo entender la brutal escena de violencia que se desata entre ellos, y en la que ambos parecen querer devolver al otro el daño que éste, quizás sin pretenderlo del todo, les ha causado. Johan, por su carácter, es el primero que encuentra una vía de escape para esta situación. Pero tal vez si Marian hubiera sido menos apocada, o hubiera tenido mayor interés por el sexo –que parece no tener-, podría haber sido ella quien hubiera dado el salto.

Lo que les sucede, por otra parte, es algo bastante común. Dos personas se enamoran pero luego el paso del tiempo va revelándoles que su vida en común, por sus diferencias, por sus distintos deseos o expectativas, no les hace felices. En esta situación no es raro ponerse una venda en los ojos o mirar hacia otro lado. Enfrentarse al fracaso de una relación de pareja no es sencillo. Tampoco afrontar la perspectiva de la soledad después de años de compañía. Y ahí sí coincido contigo en la cuestión de la conformidad. Son muchas las parejas que por miedo a la soledad, por los lazos de la costumbre, permanecen juntas pese a no ser felices en su unión. Y aunque la situación podría prolongarse durante décadas –más antes que ahora-, lo más frecuente es que uno de los dos acabe por dar un paso que provoque la ruptura.

No me gusta nada esa profecía según la cual, en una relación amorosa siempre hay alguien que quiere y alguien que se deja querer. No digo que no se dé en la realidad –que obviamente se da-, sino que no creo que toda pareja esté condenada de antemano al desequilibrio de la balanza. Como punto de partida me parece ya un fracaso. Pero sí puedo admitir que las personas tenemos diferentes capacidades de amar y de entregarnos, y que una situación originaria de equilibrio puede terminar en desequilibrio. Y también es innegable que las personas cambiamos y no es extraño que el paso del tiempo separe en sus respectivos cambios a los que en un principio convergían.

Sea como fuere, la película de Bergman es tan magistral que daría para horas de debate, porque no hay película de Bergman, a mi juicio, que no nos toque en lo más íntimo de nuestras emociones o de nuestra visión de la vida y el amor, y nos lleve a la reflexión.

Un beso y un abrazo!

LU dijo...

Acabo de contestar a tu comentario en mi blog diciendo que esperaba esta entrada y resulta que ya estaba aquí.

Cirujano incisivo y meticuloso Bergman. Esos actores tan profundos. Su cine es para digerir en ciertos momentos, no apto para cualquier día. O al menos esa es mi experiencia.

La vi hace mucho y no te creas que la recuerdo demasiado. Pero leyendo tu resumen es más fácil.

Conformismo, es muy peligroso. La seguridad que aportan las costumbres, el no tener que dar explicaciones, el seguir por seguir… Hay tantas excusas para mantener firme una relación hundida.

La perspectiva a lo largo de sus vidas es fascinante porque efectivamente cada uno tuvo su camino, pero después se juntan y ya no es necesario nada de todo aquello que fue importante.

A mi me da la sensación de que muchas de las parejas que llevan juntas toda la vida es por comodidad…. Bo sé, sí que somos muy complicados

BIQUIÑOS

TRoyaNa dijo...

AntígonA,
gracias,la película sí que es magnífica.Este Bergman es capaz de remover todo los cimientos.

Veamos....estoy de acuerdo con tu análisis de la relación,bajo esa superficie armoniosa,desde el principio se perciben fisuras en la relación.
El sexo, por ejemplo,se aprecia insatisfactorio para Marian y tampoco es un tema del que hablen o intenten reparar.Tal vez ésta sea una de las principales causas en el deterioro de la relación.
La escena a la que aludes de violencia entre los dos(más en mi opinión de él hacia ella,una vez invertidos los roles de fuerte-débil)me parece tremenda.Es curioso como a emociones como el amor o quizá aquí el desamor,van acompañadas otras cómo el odio y el rencor.Todo tan extremo,tan intenso.

Me llama también la atención (y no lo he comentado en la entrada) cómo en teoría todos somos capaces de hacer un discurso sobre la dignidad y cómo en determinadas situaciones,como cuando Johan abandona a Marian,perdemos con facilidad todo amor propio a la hora de suplicar o hacer cambiar de opinión al otro.Se olvidan todas las teorías,se pierde toda racionalidad y solo queda al descubierto nuestra vulnerabilidad.

Me parece que en el tema de la conformidad,al final,la más valiente termina siendo Marian,pues tras el abandono,ella es capaz de rehacer su vida a todos los niveles.
Paradoja tras paradoja.

Por otro lado,te preguntaría ¿crees que hay amor entre ellos después de todo?porque de otro modo,no me explico que pase lo que pase,con o sin divorcio,incluso con sus respectivas parejas estables,vuelvan el uno al otro una y otra vez.

En la cuestión de amados-amantes,yo creo que en toda relación existen esas posturas,pero no creo que sean en absoluto inamovibles o estáticas si no más bien,alternas o intercambiables.La vida es muy larga y las posturas pueden invertirse como bien se ve en la película.

Me encanta volver aquí y retomar el debate....cuánto echaba de menos estos comentarios vuestros,ahora me doy cuenta....

Besos y abrazos para ti!


TRoyaNa dijo...

Lu,
ya ves,vuelvo.Me doy cuenta ahora de lo mucho que he echado de menos este espacio,sobre todo,vuestros comentarios;)

Así es,Bergman no es un plato difícil de digerir y según el momento,puede resultar denso,duro,complicado....sin embargo,de cuando en cuando se disfruta con ese nivel de profundidad,su análisis de diván que pone al descubierto lo complejos y contradictorios que podemos llegar a ser los seres humanos.

Las excusas para mantener una relación hundida son innumerables.Por extensión,me atrevería a decir que las excusas para cualquier cambio,también son numerosas.
A las personas nos cuestan los cambios,nos supone el esfuerzo de adaptarnos y en general es más fácil dejarse llevar por lo que conocemos bien.
Sus vidas,las de los protagonistas,son una especie de bucle,porque terminan donde empiezan,incluso con sus vidas construidas por separado.
Es muy interesante,creo que no se conciben a sí mismos del todo,sin la presencia más o menos distante del otro.

Yo también pienso como tú,que hay muchas parejas que se mantienen a lo largo de los años por inercia,costumbre o comodidad.
El camino en solitario es como más complicado.En este tema,siempre me acuerdo de una cita de A.Gala que decía algo así como que aquel que está solo siempre le queda la esperanza,mientras que solo cabe la desesperanza para aquel que se siente solo estando acompañado.

Biquiños




Antígona dijo...

Pues mira, era una de las cosas que quería haberte comentado anoche pero al final se me pasó. Sí creo que al final sigue habiendo amor entre ellos. No sé sobre qué se funda: el cariño surgido después de años de convivencia juntos, mutua admiración pese a la trayectoria que han llevado como pareja, atracción física… Pero es cierto que esas fisuras que entre ambos se instalan y que les llevan a la separación no consiguen destruir el amor que se profesan. Quizá haya algo de esto en toda relación una vez acabada: junto a los malos momentos conviven los buenos, junto a los motivos de disensión también están los de unidad. Es posible que, pasado un tiempo de distanciamiento, sobrevivan fundamentalmente los buenos recuerdos en lugar de los malos, y eso propicie el tipo de relación que tienen al final de la película. No puede dejar de reconocerse, por otra parte, que esa forma de relación –encuentros esporádicos mientras cada cual tiene su vida en otra parte– es de lo más cómoda: no hay tiempo para los roces y las discrepancias, no tienen que enfrentarse a los problemas que trae consigo la convivencia, no hay compromiso que ate… Dicen que donde hubo, algo queda, ¿no? Y si el amor no se transforma en un odio profundo e insuperable, no me parece tan extraño lo que les sucede. Otra cosa es lo que opinarían sus respectivas parejas de enterarse, jajajaja.

Más besos!

TRoyaNa dijo...

Antígona,
yo también creo que sigue habiendo amor entre ellos,si no de otro modo,no me explico que perviva a pesar de las crisis sufridas y que la actualidad,no tienen ninguna necesidad de seguir en contacto más allá del reclamo de esas emociones que a pesar de los pesares,sobreviven.

Podríamos debatir largo y tendido sobre la monogamia y sobre las infinitas formas de amarse....pero la que ellos hayan al final del camino,me parece una solución casi perfecta...ja,ja,ja,ja....porque como dices,están exentos de los roces de la convivencia y sí,claro,están sus respectivos,que poca o nula gracia les haría ser conocedores de esas esporádicas recaídas,pero quien sabe,lo mismo serían capaces de llegar a un acuerdo.....ja,ja....a mí estos nórdicos me dejan de una pieza con su capacidad para desdramatizar situaciones que aquí levantarían ampollas.De esto último que te cuento,tenemos otro buen ejemplo en la película "Siempre feliz" ambientada en Noruega.Una de las protagonistas al descubrir los cuernos de su pareja,lejos de montar una escena,es capaz de pasar con ellos(esposo y amante) una apacible velada cenando todos juntos a la mesa,en época navideña.
Donde hubo fuego,siempre quedan brasas,por descontado.Por eso,quienes no tienen la habilidad de mantener relaciones "a medio-gas" con sus ex, temen tanto toparse de nuevo con quienes crearon tanto alboroto emocional en otro tiempo....¿sabes de algún sitio donde den cursillos sobre "medias-tintas" y "civismo emocional"?ja,ja

+bsts

Melvin dijo...

Y es que hay algo ancestralmente establecido, casi de forma genética, en el enfoque que los escandinavos y los rusos dan a sus relaciones humanas, en especial a las de pareja... Ese afán por adentrarse en las raíces más profundas del ser para desmadejar su esencia y complejidad, abstraídos en el tiempo, víctimas de sus propios deseos de comprender la razón de las acciones y el pensamiento humano... En teatro hablamos de Chéjov, Ibsen o Strindberg... En cine hablamos de Bergman y su discípulo reconocido Allen... Aunque a nuestro adorado Woody no se lo tomaban tan en serio cuando se ponía serio....Jejeje. Un besote.

Zamarat dijo...

No la he visto, pero por lo que se ve plantea grandes reflexiones. Me la apunto. Abrazo!

TRoyaNa dijo...

Melvin,
....percibo ese afán de profundizar en las relaciones,tanto en cine con el caso que nos ocupa:Bergman y también con Allen ,al que por cierto,me tomo muy en serio cuando se pone serio;)
En relación al teatro,pues por lo que conozco de Chéjov,tal vez diferente,pero también.
Por cierto no me comentas si has visto o no "Secretos de un matrimonio".
Solo en el caso de que la tengas pendiente,te la recomiendo sin reservas.
Bsts

TRoyaNa dijo...

Zamarat,
hay que escoger el momento,pero Bergman es una apuesta casi segura,si se toma con calma y decisión.
Desde luego,sus películas son auténticas disecciones de la condición humana,así que da pie para muchas reflexiones,por descontado.
Si te animas a darle una oportunidad,ya me contarás.
Otro abrazo para ti y espero que el embarazo lo estés llevando fenomenal:)

Alex dijo...

Recuerdo haber visto la película durante mi adolescencia. Aprovechando un ciclo dedicado a Bergman en TVE (qué tiempo cuando una peli del maestro sueco ocupaba la franja del prime time) descubrí (tal vez demasiado pronto) una obra que luego fue fundamental en mi vida. "Secretos de un Matrimonio" fue la que menos entendí y la que más de defraudó. La volví a ver años después, pero siguió pareciéndome impostada pese a la honradez y el esfuerzo de Bergman por hacer entender su discurso. Carece de fluidez y resulta espesa en exceso. Aun así, no son pocos los recuerdos que mantengo de ella.

Tu entrada, excelente. Nada se nota la inactividad :)

Besos, Troyana.

Manderly dijo...

Precísamente la tengo a mano para verla pero por uno o por otro siempre la voy dejando a un lado. No es que Bergman me apasione pero voy viendo poco a por sus películas. Además Liv Ullmann siempre trabaja muy bien.
De Bergman siempre me gustan sus argumentos, pero no la forma en que los cuenta que se me hacen bastante aburridos...
No sé...
Saludos.

TRoyaNa dijo...


Alex,
muchas gracias.
Debe ser que yo también tengo algo de fijación por llegar a comprender los complejos entramados que rigen en cada caso las relaciones humanas,porque a mí no me resultó ni densa ni pesada.
Admito que no es una película ligera ni superficial,pero desde el principio atrapó mi interés a través de los diálogos y quería saber hacia donde iba esa relación.....a veces,parecía que a un entendimiento,otras,a ninguna parte...

En fin,que me ha pasado un poco al revés que a ti,que vi otras de Bergman y no me engancharon tanto,por ejemplo en "Persona" me perdí,me dejó confundida,no comprendía....aquí sin embargo,a pesar de tanto vaivén había cierta lógica incluso en los desvíos que daba la pareja...podía seguir la trama,creí llegar a comprender muchas de las situaciones que se plantea en la película...

En fin,Alex que la he disfrutado,la verdad,sobre todo porque me ha hecho reflexionar en torno a la pareja,a si de verdad puede llegar a ser así,como lo viven ellos,tan imperfecto,incluso tan lleno de trampas,fisuras,desatinos y sin embargo pervivir en el tiempo.

Ay cuanto más ahondo en el ser humano,cómo decirlo......más quiero a mi perro....ja,ja,ja,ja....no,en serio,cómo somos de complejos...

Besos




TRoyaNa dijo...


Manderly,
....te confieso que yo estoy acercándome a la obra de Bergman poco a poco y no siempre me cala del todo.
La encuentro en las formas,austera a menudo,lenta y difícil de digerir si no tienes la mente despejada y el ánimo más o menos,calmado y nivelado.
Sin embargo,como le decía a Alex,con esta película sí que me ha interesado mucho,y cada vez comprendo más porque nuestro admirado Woody Allen le tiene como referente cinematográfico.
Es como a asomarse a una sucesión de sesiones de terapia de pareja y eso es un "privilegio" al que no asistimos todos los días,no?
Si le das una oportunidad,por favor,vuelve y me comentas.
Yo creo que bien merece la pena,ahora eso sí,se ha de escoger el momento.
saludos!

Melvin dijo...

No, no la he visto...ya sabes que tomo nota. Besetes.

TRoyaNa dijo...


Ya me contarás,querido Melvin,seguro que nos da para un debate.
Más besetes para ti!

Maribel dijo...

Me he interesado en la filmografía de Bergman sobre todo debido a Woody Allen. En general las películas que he visto suyas sin parecerme malas no me han calado mucho. Es decir, no son de las que vuelvo a ver una y otra vez. “Secretos de un matrimonio” en cambio sí que me gusta bastante.
Encuentro muchas similitudes con “Maridos y mujeres” como el hecho de que “Secretos de un matrimonio” comience con una entrevista y en “Maridos y mujeres” la historia la conduzcan entrevistas a los distintos personajes. O el que las diferencias de la pareja surjan a raíz de conocer los problemas maritales de sus amigos.
Me llama la atención que cuando el marido anuncia la separación a su mujer el tema de las hijas y de que manera las va a afectar se toque de pasada. En el caso de él no es raro (luego se verá que es un padre bastante tibio por no decir cosas peores), pero en ella sí me extraña. Aunque Bergman es un hombre el personaje que sale peor parado es el marido que resulta realmente odioso en algunas ocasiones.

Besos

TRoyaNa dijo...

Maribel,
qué bien traídos esos paralelismos que haces en mi opinión acertados entre "Maridos y Mujeres" y " Secretos de un matrimonio".Está claro que el estilo de Allen es muy diferente al de Bergman y que el primero se vale del humor y la música,entre otros muchos recursos,para hacernos girar en torno al complejo entramado de las relaciones,pero al fin y al cabo,la columna vertebral,es la misma.
Me pasa como a ti,no siempre sintonizo con el cine de Bergman,pero esta película,mantuvo mi interés de principio a fin.
Esas similitudes con "Maridos y mujeres" se perciben.Ambas parejas como dices empiezan a plantearse sus crisis a raíz de las crisis de otros amigos.Hay que señalar que Allen,lejos de negar sus influencias,siempre las subrayó y aquí la de Bergman,es palpable.

Por otro lado,ya centrándonos en "Secretos de un matrimonio" es cierto,el tema de las hijas es muy secundario, yo creo que intencionadamente.Da la sensación de que el foco de luz está puesto sobre los adultos y se otorga protagonismo absoluto a la pareja.

Tienes razón, yo también percibo que el personaje peor parado es el marido, porque aunque en un principio le vemos muy seguro de sí mismo al abandonar a su esposa,eufórico y exultante con su nueva conquista,con el paso de los años,vemos que la situación ha dado un giro de 360 grados y los papeles se han invertido.
Ella que queda desconsolada consigue rehacer su vida y se muestra segura,fuerte,más resuelta con su nueva vida y él,una vez cansado de su amante que se ha convertido en su pareja estable,regresa desvalido,desamparado con deseos de recuperar la relación que tenían.
En ese sentido,podría interpretarse como que la vida pone en su sitio a cada uno y al final,el ego de Johan sale mal parado y Marian de toda la pena,fortalecida.

Besos para ti,qué interesantes estos diálogos,no? ...para mí,es un auténtico placer,lo mejor que me da el blog:)

Maribel dijo...

Sí, es muy interesante diseccionar las películas con diálogos interesantes.

Respecto al marido es egoísta como tanta gente, pero al menos es lo bastante inteligente e introspectivo como para decir que es un analfabeto emocional. Cuando te comentaba que sale mal parado y que me resulta odioso es por la escena en la que no permite a Marianne salir del despacho y la golpea brutalmente hasta hacerla sangrar. Creo que si no fuera por esa escena el personaje me podría caer hasta bien porque al final de la película está muy suavizado.

TRoyaNa dijo...


Maribel,
.....no recuerdo el momento en el que él reconoce que es un analfabeto emocional...pero si lo admite,dice mucho a su favor.

La escena a la que aludes es tremenda y muy impactante.A mí en ese momento también me resultó odioso,aunque en el fondo lo que da es pena,pues es patético que un hombre tenga que recurrir a la violencia para retener a la persona que supuestamente quiere.
Su ira es fruto de la impotencia y la desesperación,pero aún así es injustificable.
Es increible que la pareja consiga salvar también ese episodio y sí,con el paso del tiempo,la figura de Johan gana nuestra simpatía pues ya ha perdido aquel halo de autosuficiencia que desprendía cuando pensaba que podía vivir sin Marian.En la última etapa es un hombre mucho menos exigente y más cercano y comprensivo,respeta a Marian y también acepta que tenga otra vida al lado de su nueva pareja....bien mirado,se ha convertido en un compañero casi perfecto ;)

Emilio José Pazos Brenlla dijo...

Ay, gran película me has hecho recordar, la verdad es que Bergman en esto es un genio, y la verdad es que no hay un amor eterno por convencionalidades. El amor se fragua en las pequeñas cosas, el día a día, en detalles, no en grandes promesas.
Liv Ullmann, genial, es la caña.

Saludos.

TRoyaNa dijo...

Emilio José Pazos,
Liv Ullmann está siempre extraordinaria,no falla.
Bergman es un genio explorando las relaciones en general y las de pareja en particular.
Sí,el amor se fragua en las pequeñas cosas,pero salvo en contadas excepciones,no creo en su eternidad.

Saludos!

Bargalloneta dijo...

Troyana,
ja saps que em va agafar una mena de rampell amb bergman!!!
Aquesta no l ahe vist , al cine vaig veure SAraband que és com la "continuació" al cap dels anys... impactant!!
i el que tu expliques aqui aquesta va pel mateix camí!!!
petons

TRoyaNa dijo...

Barga,
sí, m´en recorde de això...ja,ja,ja

No tinc a la memòria "Saraband" però crec que Bergman s´ha de dosificar.

Si veus aquesta,ja em diràs.

Bsts

Thabitha dijo...

Buscando información en la red sobre esta película retorno a tu blog :)
Es una señal... prometo verla pronto y comentarla.
Besos desde la Estepa.

TRoyaNa dijo...

Thabitha,
pues ya sabes que en este blog siempre serás bienvenida.
No dejes escapar la película y si te apetece volver,me gustaría mucho compartieras tus impresiones aquí.
Bsts

ricard dijo...

Espléndida entrada, espléndida película.

Esto del matrimonio es muy complicado.

Saludos.

TRoyaNa dijo...

Muchas gracias,Ricard,
las relaciones son complicadas,creo yo,en general;)
saludosss